He estado siguiendo la COP15 activamente desde sus inicios a través de todos los medios de información disponibles en la red, sobre Panamá hay pocos reportes documentados y solo por los medios de comunicación nacional.
Una de las últimas noticias oficiales sobre la participación de Panamá en la COP15, es el comunicado de prensa publicado el 11 de diciembre de 2009 en el sitio web de la ANAM (www.anam.gob.pa). Se destaca el esfuerzo que está realizado la ANAM en informar sobre la gestión del Gobierno en esta Cumbre.
En el comunicado se señala que “…la posición de los países en desarrollo, como Panamá, es que las naciones desarrolladas, como Estados Unidos, Francia y otros, colaboren financieramente para llevar adelante proyectos que mitiguen los efectos del cambio climático y podamos adaptarnos a ellos”. Cabe resaltar que en el contexto del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el termino mitigación se refiere a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y no a la adaptación a los efectos adversos del cambio climático; por lo que se podría estar confundiendo la terminología.
Igualmente el comunicado explica que “la aprobación o no del documento final y el éxito de la cumbre es una interrogante que dependerá de la posición de Estados Unidos”. El tema es un poco más complejo que esto ya que tiene muchísimas aristas. Aún cuando los países desarrollados establezcan sus metas (respetando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas), si los países en desarrollo no aceptan la implementación de sistemas de monitoreo y verificación de inventarios, entonces no habrá acuerdo.
El tema es tan complejo que todavía hay grupos intergubernamentales de trabajo en la COP15 discutiendo y acordando el significado de las metas de Protocolo de Kyoto, firmado hace 11 años durante la COP3. En el Taller de Cambio Climático y Sociedad Civil realizado por el Comité panameño de la UICN el 27 de noviembre de 2009, los expertos expresaron ante esto que “la respuesta es sencilla, el Protocolo de Kyoto expira en 2012 y los países desarrollado tendrán que demostrar que han cumplido con su metas en el marco de este compromiso verificable y que es legalmente vinculante”. Siendo esta la razón por la cual las discusiones actualmente en este grupo de trabajo están al rojo vivo.
El comunicado también expresa que la “…reducción de las emisiones de los países industrializados que sea suficiente para alcanzar el nivel de estabilización de 350 partes por millón (PPM) en la atmósfera”, haciendo alusión a la iniciativa 350.org que es una campaña de la sociedad civil y no es parte de la negociación en el marco intergubernamental de Copenhague. La estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero no se logra con 350ppm sino con un número menor a 300ppm, además el término de “estabilización” en el contexto de la Convención, se aborda en su Capítulo 2. Esto lo expuso magistralmente el ex presidente de los Estados Unidos, Al Gore, durante su presentación en Panamá hace 2 meses.
Por otro lado, ampararse en la participación de la Comisión de Ambiente y Desarrollo (CCAD), que es una comisión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que no tiene voz ni voto en Copenhague, tal como se señala en el comunicado, no es la mejor estrategia, y menos aún, cuando la ANAM en representación de Panamá, no firmó el documento de posición conjunta el pasado 20 de noviembre (www.ccad.ws o www.sica.int).
El financiamiento sobre Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación de Bosques Tropicales (REDD) fue identificado y negociado por la Administración anterior dentro de la Unidad de Carbono del Banco Mundial (Forest Carbon Partnership Facility FCPF), como también dentro de Naciones Unidas bajo el programa UN-REDD. En este sentido, es importante resaltar que el actual Gobierno pareciera mantener su apoyo en el tema de REDD como señala el comunicado de la ANAM. La utilización de estos fondos para la preparación de nuestro país es una oportunidad, pero también un reto que tenemos que afrontar en conjunto como sociedad para lograr los objetivos de la protección de nuestros bosques.
Estas consideraciones y otras fueron discutidas en las reuniones preparatorias de Bangkok y Barcelona, precisamente para que los Ministros estuvieran al tanto de estos temas claves.
En otros aspectos a considerar, el comunicado informa sobre la intención del actual Gobierno de Panamá de buscar apoyo para el establecimiento de un Centro Regional de innovación tecnológica. En mi opinión, cualquier apoyo debería estar dirigido a consolidar la importante plataforma con la qué cuenta nuestro país desde 1992 que es el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y El Caribe (CATHALAC) ubicado en la Ciudad del Saber, y que desde el 2003 colabora estrechamente con la NASA y otras agencias espaciales en el tema de cambio climático, destacándose por su excelencia a nivel mundial. Tal es así, que este organismo ha sido apoyado y reconocido por las últimas 4 administraciones (Endara, Pérez Balladares, Moscoso y Torrijos) como un centro de trasferencia de conocimientos, tecnología e innovación.
Consciente de que la complejidad del tema de cambio climático, limita la preparación adecuada para consolidar el equipo de la actual Administración y de sus asesores en un lapso de 6 meses, recomendaría que nuestra delegación oficial cuente con la asesoría de profesionales que han visto durante casi una década el tema de las negociaciones multilaterales; o bien que nuestro país se apoye en otras delegaciones que cuentan con equipos cohesionados y con posiciones más fuertes. Mecanismo que es utilizado por otros países de manera estratégica para posicionarse en las Conferencias de las Partes. Sí Panamá no se posiciona estratégicamente será solamente un espectador más (excluyendo el tema marítimo) y como país, perderemos muchas oportunidades que nos beneficien.
La semana pasada Panamá mantuvo un bajo perfil en la COP15, pero ahora que están llegando los Jefes de Estado, que nuestro Vice Canciller y el Administrador General de la ANAM se han unido a la delegación es cuándo esto debe cambiar marcando una posición de más liderazgo.
Una de las últimas noticias oficiales sobre la participación de Panamá en la COP15, es el comunicado de prensa publicado el 11 de diciembre de 2009 en el sitio web de la ANAM (www.anam.gob.pa). Se destaca el esfuerzo que está realizado la ANAM en informar sobre la gestión del Gobierno en esta Cumbre.
En el comunicado se señala que “…la posición de los países en desarrollo, como Panamá, es que las naciones desarrolladas, como Estados Unidos, Francia y otros, colaboren financieramente para llevar adelante proyectos que mitiguen los efectos del cambio climático y podamos adaptarnos a ellos”. Cabe resaltar que en el contexto del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el termino mitigación se refiere a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y no a la adaptación a los efectos adversos del cambio climático; por lo que se podría estar confundiendo la terminología.
Igualmente el comunicado explica que “la aprobación o no del documento final y el éxito de la cumbre es una interrogante que dependerá de la posición de Estados Unidos”. El tema es un poco más complejo que esto ya que tiene muchísimas aristas. Aún cuando los países desarrollados establezcan sus metas (respetando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas), si los países en desarrollo no aceptan la implementación de sistemas de monitoreo y verificación de inventarios, entonces no habrá acuerdo.
El tema es tan complejo que todavía hay grupos intergubernamentales de trabajo en la COP15 discutiendo y acordando el significado de las metas de Protocolo de Kyoto, firmado hace 11 años durante la COP3. En el Taller de Cambio Climático y Sociedad Civil realizado por el Comité panameño de la UICN el 27 de noviembre de 2009, los expertos expresaron ante esto que “la respuesta es sencilla, el Protocolo de Kyoto expira en 2012 y los países desarrollado tendrán que demostrar que han cumplido con su metas en el marco de este compromiso verificable y que es legalmente vinculante”. Siendo esta la razón por la cual las discusiones actualmente en este grupo de trabajo están al rojo vivo.
El comunicado también expresa que la “…reducción de las emisiones de los países industrializados que sea suficiente para alcanzar el nivel de estabilización de 350 partes por millón (PPM) en la atmósfera”, haciendo alusión a la iniciativa 350.org que es una campaña de la sociedad civil y no es parte de la negociación en el marco intergubernamental de Copenhague. La estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero no se logra con 350ppm sino con un número menor a 300ppm, además el término de “estabilización” en el contexto de la Convención, se aborda en su Capítulo 2. Esto lo expuso magistralmente el ex presidente de los Estados Unidos, Al Gore, durante su presentación en Panamá hace 2 meses.
Por otro lado, ampararse en la participación de la Comisión de Ambiente y Desarrollo (CCAD), que es una comisión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que no tiene voz ni voto en Copenhague, tal como se señala en el comunicado, no es la mejor estrategia, y menos aún, cuando la ANAM en representación de Panamá, no firmó el documento de posición conjunta el pasado 20 de noviembre (www.ccad.ws o www.sica.int).
El financiamiento sobre Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación de Bosques Tropicales (REDD) fue identificado y negociado por la Administración anterior dentro de la Unidad de Carbono del Banco Mundial (Forest Carbon Partnership Facility FCPF), como también dentro de Naciones Unidas bajo el programa UN-REDD. En este sentido, es importante resaltar que el actual Gobierno pareciera mantener su apoyo en el tema de REDD como señala el comunicado de la ANAM. La utilización de estos fondos para la preparación de nuestro país es una oportunidad, pero también un reto que tenemos que afrontar en conjunto como sociedad para lograr los objetivos de la protección de nuestros bosques.
Estas consideraciones y otras fueron discutidas en las reuniones preparatorias de Bangkok y Barcelona, precisamente para que los Ministros estuvieran al tanto de estos temas claves.
En otros aspectos a considerar, el comunicado informa sobre la intención del actual Gobierno de Panamá de buscar apoyo para el establecimiento de un Centro Regional de innovación tecnológica. En mi opinión, cualquier apoyo debería estar dirigido a consolidar la importante plataforma con la qué cuenta nuestro país desde 1992 que es el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y El Caribe (CATHALAC) ubicado en la Ciudad del Saber, y que desde el 2003 colabora estrechamente con la NASA y otras agencias espaciales en el tema de cambio climático, destacándose por su excelencia a nivel mundial. Tal es así, que este organismo ha sido apoyado y reconocido por las últimas 4 administraciones (Endara, Pérez Balladares, Moscoso y Torrijos) como un centro de trasferencia de conocimientos, tecnología e innovación.
Consciente de que la complejidad del tema de cambio climático, limita la preparación adecuada para consolidar el equipo de la actual Administración y de sus asesores en un lapso de 6 meses, recomendaría que nuestra delegación oficial cuente con la asesoría de profesionales que han visto durante casi una década el tema de las negociaciones multilaterales; o bien que nuestro país se apoye en otras delegaciones que cuentan con equipos cohesionados y con posiciones más fuertes. Mecanismo que es utilizado por otros países de manera estratégica para posicionarse en las Conferencias de las Partes. Sí Panamá no se posiciona estratégicamente será solamente un espectador más (excluyendo el tema marítimo) y como país, perderemos muchas oportunidades que nos beneficien.
La semana pasada Panamá mantuvo un bajo perfil en la COP15, pero ahora que están llegando los Jefes de Estado, que nuestro Vice Canciller y el Administrador General de la ANAM se han unido a la delegación es cuándo esto debe cambiar marcando una posición de más liderazgo.
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